Quitar la máscara de aquél que va disfrazado de amigo

La conferencia de prensa transcurría sin sobresaltos, convencional, algo dolorosa después de una victoria cómoda que se transformó en sufrido 2-2, tras un subcampeonato que derivó en tercer puesto. Guillermo Barros Schelotto estaba en plena ronda, con varias cámaras y micrófonos alrededor, a la salida de la nave, tal como se conoce a la zona de vestuarios en el Nuevo Gasómetro. 
“No tenemos nada que envidiarle a nadie. Newell’s fue un justo campeón y la diferencia con ellos fue chica. De hecho, en Rosario le ganamos 3-0. Lo mismo sucedió con San Lorenzo, donde salvo entre su primer y segundo gol, dominamos. Nos perdimos cuatro goles debajo del arco… Pero nos queda esa sensación de que podemos…”, decía el Melli cuando, a metros de la reja que lo separaba con el periodismo, oyó una daga de un hincha de San Lorenzo. “Dejá de mentir, dejá de mentir Guillermo…”. ¡Para qué! 

El técnico de Lanús paró todo. “Andá y llévatelo por favor…”, le pidió a un policía que lo detenga y el policía, sin muchas ganas que digamos, pegó toda la vuelta y lo intentó de buen modo y con cero eficacia. Al rato, después de haberse desplazado unos metros hacia la puerta, el hincha regresó. Guillermo notó el retorno y se resignó. “Es increíble. Acá no pueden venir los hinchas de Lanús pero después aparece cualquiera”, se quejó.

Acá les dejo el video




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