Cuánta verdad, cuánta mentira y cuántas palabras

Tiempo atrás se conoció esta entrevista de Nicolás Peña para El Equipo - Deportea Online donde el Mellizo, relajado como es su costumbre, contesta, desmitifica y quita dramatismo a determinadas cuestiones sobre su exitoso paso por Boca Juniors. A continuación transcribo un texto que deja interesantes perlitas.

La leyenda del 7 bravo

Guillermo Barros Schelotto, ídolo de Boca y ahora entrenador de Lanús, cuenta historias frente a River en una entrevista con El Equipo. "Ese señor, no sé cómo se llama, me está insultando", la referencia a Hernán Díaz y las eternas polémicas: "Capaz son comentarios que tirás en el momento y pasan, pero no recuerdo", dice, entre risas.

Se acerca el “Superclásico” y Guillermo Barros Schelotto, exjugador y uno de los máximos ídolos de Boca, compartió con El Equipo algunas de sus vivencias en distintas ediciones del partido de fútbol más importante de la Argentina. Entre sus declaraciones negó ser el responsable de las expulsiones sufridas por Sambueza y Hernán Díaz en el enfrentamiento de Copa Libertadores de 2004, partido que, al igual que el próximo domingo, se jugará en el Monumental sólo con público local.

-Alguna vez hiciste echar a Hernán Díaz.

-No. Esas son circunstancias del juego que se van exagerando y quedan mucho más agrandadas por el triunfo final que por lo que realmente pasó en el campo de juego.

- ¿Cómo fue la situación?

-Yo lo venía corriendo a Rojas, él pisa la pelota, se cae, se rompe el ligamento cruzado de la rodilla y no puede seguir. Todo el mundo pide el cambio pero River ya había hecho los tres permitidos. Como pareció que le hice falta, cuando en realidad yo no lo había tocado, Sambueza le recrimina al línea que Rojas se lesionó por mí culpa. Me imagino que le habrá dicho algo de más y el juez decidió expulsarlo.

-Se cree que vos le dijiste a Sambueza: “Boludo te expulsó” (en referencia a Baldassi, árbitro del encuentro).

-No, yo no le dije nada.

-¿Y lo de “ese señor que no sé cómo se llama me está insultando”? (Barros Schelotto habría dicho esta frase en referencia a Hernán Díaz, ayudante de campo del técnico de River, lo que generó la expulsión).

-Había alguien atrás que me estaba insultando cada vez que iba a tirar un córner o cada vez que la jugada era por esa zona. Yo sabía que no era Hernán Díaz, era otro ayudante. Nosotros necesitábamos que pase el tiempo porque River nos estaba superando, ya había marcado un gol y habíamos sacado una diferencia en "La Bombonera" de un sólo tanto (el global era de 1 a 1), además de que teníamos muchos juveniles, estaba Tevez, Cángele, Pablo Álvarez, Ledesma, Calvo, Burdisso que no era tan joven pero no creo que en ese momento tuviera más de 24 años y teníamos un jugador menos porque lo habían expulsado a Fabián Vargas. Necesitábamos que pasen los minutos y encontrar un poco de tranquilidad porque River se venía. Eso sólo pasó.

-¿Pero no lo ninguneaste a Hernán Díaz?

-No, incluso a él lo expulsaron cuando pasó la lesión de Rojas, que expulsan a Sambueza.

-Se dice que es todo en la misma jugada.

-No, lo que pasa es que a través del tiempo se van agrandando todas las cosas, más que nada por el resultado final, dónde nosotros resultamos ganadores.

-En 2005, en la Bombonera, Boca le gana a River 2 a 1. A vos te reemplazan, vas al banco y cerca del final el “Chino” Benítez da la orden de esconde las pelotas. Astrada pregunta: “¿Dónde están las pelotas?”. Vos le respondés “vayan a buscarlas al arco de Constanzo".

-No me acuerdo, realmente (sonrisa). A veces uno en la pelea… Vos estás contando todas a favor, también debe haber habido alguna en contra, pero no me acuerdo de esa situación. Capaz son comentarios que tirás en el momento y pasan, no siguen. Igualmente, yo creo que muchas veces se me dio una discusión dialéctica, pero el recuerdo mayor que tengo no es de lo que pasaba en ellas, sino en lo futbolístico.

-¿Qué pensás de la salida de Román de Boca?

-Y… Ya se venía hablando. Tenía algunas diferencias con la dirigencia, uno sabía y leía. Yo no estaba metido en el club. Pero bueno, no sé si fue una decisión del club o de Riquelme. Todos los ciclos tienen un final y éste no fue la excepción. También un poco por la edad de Román uno veía que el ciclo se iba terminando porque es inevitable, nos pasa a todos, en algún momento tenés que dejar de jugar.

-¿Era Riquelme una persona conflictiva? En algún momento Julio Cáceres dijo que Palermo era un líder positivo y Riquelme uno negativo a la hora de entrenar y convivir.

-Yo conviví con él y no tengo nada para decir. Yo cumplía mi función de jugador de Boca, hacía mi entrenamiento, veía que todos tiraban para el mismo lado y sé que después que a mí me tocó irme de Boca hubo algunas relaciones difíciles entre compañeros, no sólo de Riquelme, sino de otros jugadores del plantel, pero yo no formaba parte de Boca y no estaba ahí. Lo que diga la gente el periodismo uno lo puede escuchar y leer pero no formar una opinión ni formar parte en eso de lo que se está hablando. Yo no tengo nada que decir al respecto.

-En sus etapas anteriores, Bianchi hacía rendir a los futbolistas que dirigía en un nivel superior al que habían jugado siempre: ¿Te parece que era por lo motivacional realmente?

-No, me parece que era porque siempre sus indicaciones eran simples, se entendían, no era complicado y resolvía muchas cosas con la simpleza que tiene para dirigir.

-¿Te sorprendió que vuelva a Boca?

-No, quizás me sorprendió su salida, que no consiga resultados, pero bueno, son circunstancias que le tocan vivir a cualquier entrenador por un montón de factores, desde el mal momento que está viviendo alguna individualidad, la mala elección del técnico en determinado momento para elegir a tal jugador y errarle, equivocarse, sucede, es normal. Lo que pasa es que uno, teniendo en cuenta a Bianchi, pensaba que iba a estar más cerca del título que lejos, pero bueno, le tocó este año y medio duro y lamentablemente, para quienes lo conocemos y tenemos afecto por él, se tuvo que ir

-¿Sentís que cambió el fútbol o cambió él?

-Creo que el fútbol evoluciona, cambia, el entrenador también va cambiando y va tomando algunas decisiones donde deba cambiar con respecto al pasado. Pero me parece que no le salieron las cosas y no hay que buscar tanta vuelta, nada más, como a otros técnicos tampoco en otros equipos les han salido, a él no le tocó en ésta etapa de Boca que funcionen de manera brillante, a diferencia de lo que le había sucedido sus dos etapas anteriores.

-O en Vélez…

- Sí, en Vélez también los había logrado. No es que fue solamente un momento sino que obtuvo un montón de títulos. Estamos hablando de un técnico que creo que es de los mejores que tuvo el fútbol argentino.

-¿Eso es lo que sorprende igual, no?

- Sí, sorprendió que en el último año no haya ganado, pero son momentos que les tocan a todos los entrenadores y las perspectivas que uno tenía cuando él volvía a Boca eran distintas a lo que finalmente pasó. Pero bueno, a veces sucede.

-¿Puede ser que los jugadores no haya interpretado su mensaje como lo interpretaban ustedes?

- No, quizás no estaban pasando su mejor momento los jugadores, por distintas circunstancias, pero a mí me parece que en el fondo es el mismo técnico que tuvimos nosotros y que tuvieron los jugadores de Vélez en su momento y ahora no le salieron las cosas, nada más.

-¿Qué pensás de los rumores que afirman que los jugadores le hicieron la cama?

-¡No! Es imposible.

-Alguna vez también se te involucró a vos en el torneo que pierde Boca en el Apertura 2006 con una situación similar.

- No, imaginate que nos ganó Estudiantes, menos. No, es imposible. No, para nada.

-El “Chelo” Delgado contó hace unas semanas que en la Intercontinental del 2000, Bianchi te dijo llorando que te quedabas afuera del once titular contra Real Madrid. ¿Fue así?

-No, yo ya me daba cuenta que iba a jugar Delgado por los entrenamientos. Después Carlos me invitó a hablar en privado y me dijo que a él le parecía lo mejor para el equipo poner a Delgado porque tampoco me veía bien a mí, yo había tenido una lesión y bueno él lo veía mejor a Delgado. Estuvimos hablando como una hora y media, un tiempo largo, pero la realidad fue esa. Obviamente que en el momento no me gustó, pero entendí que él era el técnico, él era quien decidía y estaba bien. Me tocó jugar creo que cinco o diez minutos y tuve la posibilidad después de tener la revancha y de jugar con Bayern Münich y con el Milan, pero no me queda ningún rencor, en contra de la decisión de Bianchi.

-Existió realmente el hecho de que Bianchi se puso a llorar?

-No, para nada.