Para mí que se tragó de golpe toda la Vitina!

En marzo de 2013 el Mellizo fue entrevistado por Fernando Niembro en el programa La Última Palabra, donde repasó toda su historia futbolística y sus inicios como DT en Lanús. A continuación los conceptos sobre su visión, ideas tácticas y técnicas, formación de juveniles, los DT que más le enseñaron, Martín Palermo, Estados Unidos, fútbol argentino, su último penal convertido, duelo copero contra River en el 2004, Bielsa y la Selección, y demás berretines y picardías de Guillermo Barros Schelotto.

"La tranquilidad muchas veces no depende de uno sólo si no del club, de la dirigencia, del plantel que te toca dirigir. Éso quizás es lo más difícil de conseguir. El tiempo y el trabajo, uno se puede organizar".

"Tenés que tener una buena pretemporada y después seguir en la parte física durante la semana. Entrenar, tenes que entrenar. Después vos elegís la forma: con pelota, sin pelota, hacerlo una vez por semana, hacerlo dos, pero el fútbol de hoy, como está, es inevitable tener que estar al límite de lo físico y lo futbolístico".

"La verdad en el fútbol no la tiene nadie, y como es dinámico hoy se juega sin punteros, pero aparece un equipo con punteros como el Barcelona y es el mejor equipo del mundo".

"El Bilbao o el Borussia Dortmund tienen siempre uno afuera y un puntero y van en busca del mano a mano, o el Bayern Münich".

"Yo creo que ha cambiado la forma del puntero. Antes quizás esperaba y ahora lo involucran más en el juego. Pero enseguida que agarra la pelota se tiene que abrir. Lo ves jugar al Bayern Münich y lo ves al francés, Ribéry, está siempre abierto, es muy difícil encontrarlo en el medio, y Robben arranca por allá (señala el otro extremo de la cancha)".

"La referencia (en el área) pero no en busca del nueve que solamente se limite a cabecear una pelota, si no que también pueda jugar". 

"La idea es jugar siempre con tres adelante para poder presionar. No que pasen alguna de las líneas sin presión, porque a medida que una línea presiona, a la segunda línea ya le va a llegar debilitado el jugador, obligado, no va a llegar con la pelota dominada como hubiera querido el jugador enfrentar esa línea".

"La técnica se perfecciona a través del toque, del entrenamiento. Griguol hacía mucho hincapié en los toques, incluso si hubiera permitido el medio toque, jugaríamos a medio toque. Hacía todos trabajos de uno o dos toques. Después estaba Carlos Bianchi que era a tres toques máximo.
El Indio Solari trabajaba mucho en lo táctico y después trabajaba en la técnica pero era muy personal".

"Lo que no aprendés en inferiores, no lo aprendés en Primera. Si lo aprendés en Primera, es tarde. En Primera el técnico ya necesita resultados, y no puede a veces esperar tanto a los jugadores de inferiores".

"Obviamente uno va copiando cosas de todos los entrenadores, pero quizás con los que estuviste más tiempo te quedan más cosas. Los técnicos con los que más estuve fueron Griguol en Gimnasia, Bianchi en Boca, de Gregorio Pérez la organización y el hecho de haberme hecho debutar me hace tener muy presente todo lo que viene a aquélla época. Creo que de éstos tres técnicos es de donde uno más pudo haber copiados cosas".

"Hablando con Mario Griguol él nos dice que el Viejo, cuando llegó a Gimnasia, le preguntó él '¿y ahora qué vamos a hacer, Carlos?', y ahora vamos a jugar mejor, me dice. Todos los que jugamos en Gimnasia en aquélla época coincidimos en que nos hizo pensar, nos abrió la cabeza, para ver cómo jugábamos al fútbol". 

"Hablo con los más chicos y les digo que primero terminen el colegio. Todo lo que puedan desarrollar les va a dar una oportunidad de vivir mejor, de tener una vida mucho más completa".

"Creo que con Palermo nos complementábamos muy bien. Nos juntaron a dos jugadores que éramos totalmente diferente como jugábamos pero que era el complemento ideal del otro".

"Muchas veces me han dicho 'cómo hacés para ponerla ahí'. No era que tenía un lugar, yo sabía que era por ahí. Yo sabía que la pelota tenía que ir ahí, en esa zona ganaba él porque de arriba te mataba. Él siempre iba al segundo palo".

"El Bambino hizo mucho, no en la cancha, nos compró a los dos, nos puso en la pieza para que vayamos... (gesticula en el sentido de ir conociéndose)".

"Para mí el Bambino no sabía nada (sobre toda la historia de competencias y peleas de chicos, tanto en las respectivas escuelas como en inferiores), porque nunca lo dijo, es más, nosotros nos sorprendimos que estábamos juntos en la habitación. Es más, hay una foto en un clásico previo, nosotros jugamos en el '97 para mayo/junio/julio, el clásico en La Plata y los dos éramos los capitanes. Nos damos la mano y los dos miramos para atrás, y al mes estábamos los dos en Boca". 


"El día anterior que teníamos que entrenar en Empleados de Comercio íbamos por la Autopista La Plata - Buenos Aires y él ve que, como yo iba con Gustavo adelante, hace el gesto como que nos seguía porque no sabía llegar, y llegamos los dos. El entrenamiento era a las diez y llegamos ocho y media. Estuvimos cuarenta y cinco minutos sin hablar en el vestuario. No teníamos relación".

"Yo siempre había jugado de enganche en inferiores, era más de asistir, pero hacía muchos goles me acuerdo, más que cuando jugaba por afuera. Me gustó cuando Russo me dió la chance de jugar como enganche, pero no llegué a jugar, salvo en el verano, porque después arregla Riquelme antes de la primera fecha con Banfield y él arma un doble cinco. Después en Estados Unidos fui el enganche".

"En Estados Unidos tuve un plantel muy jóven y bueno técnicamente. El entrenador me puso ahí porque sabía mi edad y mi forma de jugar, que tenía que jugar de enganche y que sabía que podía organizar el ataque".

"De a poco el fútbol cambió y faltan los gambeteadores".

"Los técnicos mismos, en inferiores, buscan al nuevo Messi. Vienen veinte a prueba, 'a ver dónde está el Messi' (emula a los DT's). Y me olvidé de buscar el cuatro, el ocho, el tres, el seis. Messi hay uno solo y nos damos cuenta todos, y cualquiera se da cuenta que va a ser como Messi si lo ve jugar. Lo difícil está ahí, en encontrar el cuatro, el ocho, el seis, el que vos sabés que, si lo potencio, va a mejorar, si lo entreno, va a mejorar".

"En el fútbol argentino está muy comprimido el partido, es muy difícil ver un gol lindo, porque hay tanta necesidad de resultado y nos conocemos tanto y hay tanto estudio que sabés perfectamente cómo juegan todos, si uno sabe hasta los suplentes cómo van a jugar".

"Tiré muy pocos penales a colocar. Igual aprendí de grande, porque el mejor penal que pateé fue el último, contra Boca en el Bosque. Si perdíamos, descendíamos. Va a haber un penal, porque era la situación más incómoda que a mí me va a tocar vivir. Un penal contra Boca, que si lo erraba, qué iba a decir la gente de Gimnasia, y si lo hacía, se enojaba la gente de Boca, y ya había pateado dos penales para Boca contra Gimnasia, y los había errado los dos. Y fue el que mejor pateé. Me acuerdo que dije 'yo lo voy a tirar ahí, si es gol, es gol y si lo erro, lo erro'".

"Fue incómodo, por lo que iban a opinar. Yo lo quería hacer el gol, ¿cómo no voy a querer hacerlo? Como cuando aquélla vez pateé los penales jugando para Boca en contra de Gimnasia, es una responsabilidad y uno es profesional, pero era muy incómodo. Incluso cuando hago el gol yo salgo corriendo pero estaba más contento de la situación que había salido que del gol mismo".

"Siempre decía que el día que deje de jugar quería ser técnico".

"De los técnicos yo siempre miraba mucha más que la parte humana la parte futbolística, profesional. No me interesaba mucho lo humano".

"Con Basile no tengo relación, pero no me molestó que me sacara. Con Russo sí tengo muy buena relación, incluso fue el técnico cuando me fuí de Boca".

"Yo me dí cuenta que me tenía que ir (de Boca) porque hacía ya diez años que estaba y con Basile ya no había jugado, había vuelto a jugar con Lavolpe, y con Russo no jugaba. Iba a terminar una relación con el club mala y no quería".

"Siempre me cuidé, siempre me gustó quedarme más en mi casa comiendo con un amigo que ir a algún lado afuera".

"A Estados Unidos no fui a juntar plata, cobraba menos que en Boca. Si era por plata, me hubiera quedado en Boca".

"En aquél momento (2007, cuando se fue de Boca), con la dirigencia que estaba era imposible que yo jugara en Gimnasia. Más allá de que yo soy hincha de Gimnasia y quiero lo mejor para Gimnasia, yo con ellos no hubiera jugado, no voy a jugar y no jugaré nunca o no entrenaré nunca mientras ellos estén en el club. Hoy en Gimnasia gracias a Dios hay otra dirigencia, por éso volví".

"Seguro que voy a ser técnico de Boca, (se corrige sonriendo) creo que sí, me gustaría, pero no sé si será en el futuro, creo que sí porque a uno le gusta ser entrenador pero también tiene que ir demostrándolo".

"Quiero que Lanús tenga nuestro propio estilo y que gane porque todos jugamos para ganar".

- Niembro: "Tuviste doble actividad deportiva" - Guillermo: "Nooo (entre risas)... alguien me agarra de atrás y yo... me lo saco de encima" (referencia al River - Boca por la revancha de la Copa Libertadores 2004, cuando el Mellizo le pega una piña a Gabriel Macaya).

"Yo no lo hago echar a Sambueza, en el imaginario colectivo está éso".

"Teníamos un equipo con mucha experiencia. Veníamos jugando muchos partidos importantes y haber llegado ahí a la semifinal con River y con hinchas de River, creo que era un escenario que a ese equipo lo ponía mejor todavía, no era una presión para nosotros, era un desafío más".

"Tiramos el córner y se da que Rojas se lesiona la rodilla. Sambueza le dice al línea un insulto, y el línea me mira como diciendo 'lo voy a echar porque me insultó', yo lo miro al línea como diciendo 'estás expuesto, lo tenés que echar'. Yo nunca le dije nada a Sambueza. Y ahí pasan a tener dos jugadores menos porque lo echan a Sambueza y se lesiona Rojas, y ya no tenían más cambios".

"Era pícaro, en el buen sentido. Si estaba dentro de la ley, lo podía hacer".

"Normalmente insultaba cuando me pegaban porque era la manera que tenía de protegerme, en lugar de ir y pegar un codazo en la jugada siguiente".

"A veces en la jugada salía algo... como vos me decís, 'ahora te rompo una pierna', y le decía 'no me vas a poder agarrar porque te voy a hacer otro caño'" (sonrisa pícara).

"Muchas veces llegaba a casa y decía que no me cobraron un penal porque era yo, de Boca".

"Si hago una autocrítica, capaz si no hubiera protestado tanto, hubiera jugado mejor. En el tiempo Bianchi me lo decía todos los días, y yo decía que era una forma de estar concentrado".

"La Selección fue una deuda, haber jugado un Mundial, el del 2002".

"Bielsa me hacía correr al tres, pero lo hacía, no tenía problemas. Lo respeto. En Boca jugaba lo mismo, pero hasta la mitad de cancha".

"En el 2001 ó 2000 Bielsa me llamó y me dijo que ya tenía 16 jugadores y yo estaba en la lista de los 10, y que de esos 10 van a ir 6, me dice 'pero tenés que demostrar que estás para ir al Mundial'. No le gustaba. Después apareció Caniggia. Yo pensé que iba a seguir siendo citado, porque desde el 98 hasta el 2002 había sido citado casi siempre. Después arranca el 2002 y Caniggia vuelve en un nivel muy bueno en Escocia, y bueno...".


No hay comentarios:

Publicar un comentario