Y por dinero vino a ofrecerme su palabra Santa

Alguna vez Guillermo pudo ser jugador de su futuro gran rival de Núñez. No lo fue por una diferencia de U$S2.500.000 gracias a un revire del por entonces DT del  Lobo, el Viejo Griguol, debido a la oferta de U$S5.000.000 de River por el combo Barros Schelotto. Les subió sustancialmente la cotización diciendo "si quieren a los Mellizos, que paguen 10 palos". Pese al consejo antojadizo, el Presidente de Gimnasia, Delmar, no le hizo tanto caso y los cotizó en U$S7.500.000 aunque el pretenso club no se estirara más de lo ya ofertado.
Mientras River todavía festejaba la Copa Libertadores, Bianchi firmaba contrato con la Roma, el Cholo Simeone ganaba La Liga con al Atlético de Madrid, Crespo se iba al Parma por U$S3.500.000 y Argentina cedía la medalla de oro en los Juegos Olímpicos al caer frente a Nigeria por 3-2, otro que se anotó por aquéllos tiempos de Gimnasia para obtener los servicios de Guille fue San Lorenzo, quien ofertó U$S1.300.000 más el pase de Javier Albarello. Ésta, como tantas otras, también la rechazó, aunque se lo veía ilusionado. "Pero como con la de Gimnasia, nunca".


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