Sólo éso, sólo éso despierta en mí el viento que todo empuja

Cuenta Mariano Cataldi, esposo de Carolina Barros Schelotto y cuñado de los Mellizos, que una de las cosas que más le llamaron la atención cuando los conoció fue esa característica innata: "No toleran perder a nada. Siempre tienen que ganar. Por ejemplo, en los picados que se arman en la quinta de la familia, todavía pasa éso. Gustavo y Guillermo obviamente juegan uno para cada lado, porque si no juntos nos bailan a todos, pero siempre se arma quilombo y terminan volando zapatillazos por todos lados. La empiezan entre ellos, pero si vos te metés en la pelea enseguida son los dos contra vos. En esos partidos Guillermo se pone al lado del arco. A veces me pregunto: ¿Qué motivación tiene este tipo para hacerme 200 goles a mí en un picado?"
Y Cataldi también destaca que la frase de cabecera de Guille para iniciar un desafío, por más que se trate de algo desconocido, siempre empieza de la misma manera...

-    Mariano, te apuesto a que te juego a éso y te hago más de diez puntos.
-    Guille, hace muchísimos años que juego al squash. No podés.
-    Bueno, qué te apuesto que te gano cinco puntos...
-    Guillermo, no hinchés. No me hacés ninguno.
-    ¿Y vos qué sabés? Te apuesto que si ésto lo practico seis meses, soy mejor que vos.
-    Hace diez años que juego...
-   En seis meses no me hacés un punto. Dale, te juego igual...

Esa ambición que mostraba en la cotidianeidad familiar también lo llevaba a soñar con integrar el equipo que por primera vez le diera un título a Gimnasia, aquél 30 de enero de 1994, donde el Lobo venció 3-1 a River, cuyo último tanto lo marcara el Mellizo.

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