El rastro de la conciencia

Llegó el día, 07/04/2013. En su conciencia ya existía este momento, lo estaba esperando. Hay que volver si no se puede estar distante, pensaba. Sí, volvió Guillermo Barros Schelotto a La Bombonera, esta vez como DT de Lanús. Y claro está, volvió de la mano de situaciones por las que todos íbamos a estar atentos: recibimiento y ovación de la gente, ¿saludo con Riquelme?, picardías, sensaciones de él con los hinchas, con la cancha y, lógicamente, protestas.
Recibimiento y ovación para Guille.
Tanto es así que en una jugada en que Guillermo pidió efusivamente falta, y su hermano Gustavo (ayudante de campo) también pero con menos vehemencia, los mellizos hacen una de sus diabluras tan conocidas, y el árbitro Ceballos expulsa del banco de suplentes a Gustavo Barros Schelotto. Éste se sienta, excusa de por medio, haciendo caso omiso a la sanción disciplinaria, se acerca Ceballos y, pícaro el 7 bravo, pregunta con ese clásico gesto de nunca haber hecho absolutamente nada "¿Qué pasó?". Capítulo aparte para Gustavo, protestando fiel al estilo que marcaron toda sus vidas y, posteriormente, una imagen exquisita dejándose ver al ayudante de campo asomándose detrás de un cartel publicitario atrás de un arco para espiar al lado del ex arquero tripero Enzo Noce. Nunca pierden esa viveza, picardía que los caracteriza.
Guillermo volvió a casa, su gente lo recibió como el ídolo que es, se saludó con todos, sí, inclusive con el 10, empleados del club y todo el que pasaba. La sonrisa del mejor extremo de la historia Xeneize no tardó en dibujarse más allá del decoro que auto exigió el mismísimo DT al no aceptar que le entreguen una placa en reconocimiento a su vínculo con Boca Juniors antes del inicio del partido en el campo de juego, si no en el vestuario, por respeto a su actual club.
Al finalizar el partido destacó el cariño de la gente para con él, sabe que el amor de La 12 (no me refiero nunca, jamás, a la barra, si no al hincha de Boca) es incondicional, que lo va a ver sentado en una butaca parecida a la que se sentó hoy pero unos metros más el costado, en el banco de suplentes local. Respecto del 0-0 donde su equipo no pudo desplegar el potencial que habitualmente suele hacer y Boca le manejó los tiempos pero no supo definirlo, el Mellizo dijo "Boca nos presionó muy bien".
Bienvenido a casa, Guille, todos esperábamos este encuentro, vos inclusive. Estás en una nueva gran etapa, ahora, plasmando tus convicciones futbolísticas y, como siempre, con éxito.

A continuación les dejo el video del ingreso a La Bombonera y la perlita de Gustavo.






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