Rey de un reino sin mundo, reino que no tiene ley

Se me cortó el Cable en casa, y por suerte Internet también. Con mucho agradecimiento a la gente de Cablevisión por hacerme pasar uno de mis días de vacaciones sin sendas vías de entretenimiento, en paz, dentro de la calidez de mi hogar, me puse a pensar qué puedo hacer. Lo único que reinaba era el silencio, sonido que disfruto mucho pero que se torna inquietante con el paso de las horas. 
Empecé a revisar mi profuso archivo sobre las diabluras del Mellizo y supe que algo productivo debía dejarme este poco amigable día. Entretanto, ejercitando la memoria mientras veía videos guardados en mi PC, miré a un costado y lo vi a él, con algo de polvillo sobre su tapa pero siempre a la vista, ya que de vez en cuando me digo hoy tengo que verlo.
Cumplí la premisa que durante tanto tiempo postergué y mi dispuse a ver el DVD justo cuando empecé a darme cuenta que muchos de los momentos que ahí se inmortalizan no están actualmente en buena calidad en la web ni por asomo, sumado a que algunos de ellos él mismo, Guillermo Barros Schelotto, los cuenta con su reconocida incomodidad y humildad a la hora de resaltar sus virtudes. Finalmente me decidí a trabajar para compartirlo cuando pensé que muchos hinchas seguramente no tengan este material de fines de 2005, quizás lo han perdido o bien no pudieron comprarlo. Recuerdo esas épocas de abundancia en las que había que juntar mango por mango todos los semestres para comprarse cada revista, póster o lo que fuera de los campeonatos de Boca. Claramente no me referí a mis arcas en cuanto a abundancia.
Sin más preámbulos los dejo con esta obra de colección publicada por El Gráfico: los goles de Guille hasta noviembre de 2005. De nada.


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